Mística, Salvador Díaz Mirón
Si en tus jardines, cuando yo muera,1
cuando yo muera, brota una flor;2
si en un celaje ves un lucero,3
ves un lucero que nadie vio;4
y llega una ave que te murmura,5
que te murmura con dulce voz,6
abriendo el pico sobre tus labios,7
lo que en un tiempo te dije yo:8
aquel celaje y el ave aquella,9
y aquel lucero y aquella flor10
serán mi vida, que ha transformado,11
que ha transformado la ley de Dios.12Serán mis fibras con otro aspecto,13
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ala y corola y ascua y vapor;14
mis pensamientos transfigurados,15
perfume y éter y arrullo y sol.16
Soy un cadáver ¿cuándo me entierran?17
Soy un viajero ¿cuándo me voy?18
Soy una larva que se transforma19
¿cuándo se cumple la ley de Dios20
y soy entonces, mi blanca niña,21
celaje y ave, lucero y flor?22
Análisis
El poeta nos muestra unos versos en los que se expresa el deseo de seguir estando junto a su amada, bien sea a través de otros animales, formas, etc. El siente que pueda hacerlo. Así, nos expresa que cuando el muera, la naturaleza, en forma de animal luz etc., será una prolongación de su recuerdo y del amor que él tenía hacia su amada.
La muerte no es el final, la carne desaparece pero el resto, el alma, se transforma en aquello que expresa lo mejor de nosotros, ya sea amor, felicidad o la esperanza. La muerte es una etapa, un viaje a otro mundo desconocido, transformador y en el que Dios tiene mucho que ver con su bondad y deseo. Lo que es seguro es que la belleza y la luz son parte de esa etapa.
En este poema corto y, aparentemente sencillo, podemos observar la visión de algunos autores acerca de la muerte. Si bien es cierto que la mayoría de ellos interpretan la última etapa de su vida como un punto y final en el que valorar todo el camino vital recorrido, hay otros que expresan su idea consciente de que es una etapa de transición hacia un camino nuevo, hacía una transformación en otra vida, en otro ser.
Esta es una forma de entender la vida que muchos poetas reivindican. El pasar por un camino vital negativo o lleno de dolor, parece que hace que muchos de ellos se planteen que no puede ser que únicamente se pase por este mundo en un tránsito tan doloroso. Por eso hay la creencia de que estamos en esta vida y en otras vidas para evolucionar, para crecer como personas y, sobre todo, para qué lleguemos a un estado donde el amor, la luz y la felicidad sea el final de todo ese camino transformador.
El encontrar poetas que sienten esto y son capaces de expresarlo a través de sus versos, hace que, cuando los leemos, nos entre la sensación de bienestar, de optimismo y de simpatizar con el propio poeta, asintiendo sus palabras, su idea de vivir la vida. Leer que la muerte no es el paso final, sino que es una puerta abierta hacia un camino que nos va a conducir al amor y la felicidad, es algo que nos hacen pensar en lo mejor del ser humano.
Marín, Susana. Nov., 2014. Mística, de Salvador Díaz Mirón. Poemario. Acceso en https://poemario.com/mistica/
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