Madre, Nancy Morejón
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Mi madre no tuvo jardín1
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sino islas acantiladas2
flotando, bajo el sol,3
en sus corales delicados.4
No hubo una rama limpia5
en su pupila sino muchos garrotes.6
Qué tiempo aquel cuando corría, descalza,7
sobre la cal de los orfelinatos8
y no sabía reir9
y podía siquiera mirar el horizonte.10
Ella no tuvo el aposento del marfil,11
ni la sala de mimbre,12
ni el vitral silencioso del trópico.13
Mi madre tuvo el canto y el pañuelo14
para acunar la fe de mis entrañas,15
para alzar su cabeza de reina desoída16
y dejarnos sus manos, como piedras preciosas,17
frente a los restos fríos de enemigo.18
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