Al pie de la letra, Olga Orozco
El tribunal es alto, final y sin fronteras.1
28
Sensible a las variaciones del azar como la nube o como el fuego,2
registra cada trazo que se inscribe sobre los territorios insomnes3
(del destino.4
De un margen de la noche a otro confín, del permiso a la culpa,5
dibujo con mi propia trayectoria la escritura fatal, el ciego testimonio.6
Retrocesos y avances, inmersiones y vuelos, suspensos y caídas7
componen ese texto cuya ilación se anuda y desanuda con las8
(vacilaciones,9
se disimula con la cautela del desvío y del pie sobre el vidrio,10
se interrumpe y se pierde con cada sobresalto en sueños del cochero.11
¿Y cuál ser?el sentido total, el que se escurre como la bestia de la12
(trampa13
y se oculta a morir entre oscuras malezas dejándome la piel14
o huye sin detenerse por los blancos de las encrucijadas,15
( laberinto hacia adentro?16
Delación o alegato, no alcanzo a interpretar las intenciones del17
(esquivo mensaje.18
Difícil la lectura desde aqu? donde violo la ley soy el instrumento,19
donde aciertos y errores se propagan como una ondulación,20
un vicio del lenguaje o las disciplinadas maniobras de una peste,21
y cambian el color de todo mi prontuario en adelante y hacia atrás.22
Pero hay alguien a quien no logra despistar la ignorancia,23
alguien que lee aun bajo las tachaduras y los desmembramientos24
(de mi caligrafía25
mientras se filtra el sol o centellea el mar entre dos líneas.26
Impresa est?con sangre mi confesión; sellada con ceniza.27
Firme con su comentario