La infanticida Marie Farrar, Bertolt Brecht

1

Marie Farrar, nacida en abril,1
menor, sin señas particulares, raquítica, huérfana,2
hasta el presente no fichada, dice haber3
asesinado a un niño de la siguiente manera:4

Que ya en el segundo mes intentó5
en lo de una mujer que vivía en un sótano6
abortarlo con dos inyecciones, que declara7
fueron dolorosas. Pero no quiso salir.8
Y a ustedes, les ruego, se abstengan de juzgar9
Pues toda criatura necesita ayuda de todas las demás.10

2

A pesar de ello dice haber pagado en el acto11
lo convenido y desde entonces haber usado faja,12
también bebió kerosen con pimienta molida;13
pero que todo eso no hizo sino provocarle diarrea.14
Que su cuerpo se hinchó a ojos vistas y que tuvo15
dolores agudos, mientras lavaba los platos, muchas veces.16
Ella misma, dice, aún no había dejado de crecer.17
Que le rezó a la virgen, con mucha esperanza.18
En cuanto a ustedes, les ruego, se abstengan de juzgar,19
Pues toda criatura necesita ayuda de todas las demás.20

3

Al parecer, las oraciones no dieron resultado.21
También, era mucho pedir. Cuando se puso más gruesa22
le daban mareos durante la misa. Sentía el cuerpo húmedo23
de miedo, cuando se arrodillaba al pie del altar.24
Sin embargo, mantuvo en secreto su estado,25
hasta que finalmente la sorprendió el parto.26
Pudo ocultarlo todo, seguramente porque nadie creía que ella27
tan sin gracia, hubiera caído en la tentación.28
Y a ustedes, les ruego, se abstengan de juzgar29
Puesto toda criatura necesita ayuda de todas las demás.30

4

Que ese día, según ella, muy de madrugada31
al lavar la escalera sintió que le clavaban32
uñas en el vientre. El dolor la estremecía.33
Y, sin embargo, logró disimularlo.34
Todo el día. Mientras cuelga la ropa35
la cabeza le estalla: de repente se da cuenta36
que va a parir y siente un gran peso37
sobre el corazón. Solo muy tarde sube al cuarto.38
Pero a ustedes, les ruego, se abstengan de juzgar39
Pues toda criatura necesita ayuda de todas las demás.40

5

La llamaron de nuevo cuando ya se había acostado,41
había nevado y tuvo que barrer.42
Así hasta las once. Aquel fue un largo día.43
Solo entrada la noche pudo parir en paz.44
Y dio a luz, así declara, a un niño varón,45
a un hijo que era igual a otros hijos,46
pero ella no era igual que otras madres, eso47
quiero aclararlo sin ironía y sin mayor motivo.48
En cuanto a ustedes, les ruego, se abstengan de juzgar49
Pues toda criatura necesita ayuda de todas las demás.50

6

Dejémosla que siga relatando51
lo que con ese hijo pasó52
(dijo que no pensaba guardarse una palabra)53
para que todos lo sepan y se ubiquen.54
Dice que a poco de acostarse sintió intenso malestar,55
sin saber qué podría ocurrir,56
pues estaba sola, y que se forzó a no gritar.57
Y yo a ustedes, les ruego, se abstengan de juzgar58
Pues toda criatura necesita ayuda de todas las demás.59

7

Con sus últimas fuerzas, dice que luego,60
como su cuarto estaba helado, se arrastró61
hasta el retrete y allí (no recuerda exactamente62
en qué momento), sin más vueltas, parió63
hacia el amanecer. Dice que entonces se sintió64
muy confusa, y luego, ya medio congelada,65
porque en el baño de servicio entra la nieve,66
apenas tuvo fuerzas para alzar al niño.67
En cuanto a ustedes, les ruego, se abstengan de juzgar68
Pues toda criatura necesita ayuda de todas las demás.69

8

Luego, entre el baño y la pieza -dice que hasta entonces70
no había pasado nada-, la criatura71
comenzó a gritar, eso la alteró de tal manera,72
que la golpeó con ambos puños y con fuerza,73
ciegamente, dice, hasta que se calló.74
Luego de ello se llevó el cuerpito consigo75
a la cama por el resto de la noche76
y de mañana lo escondió en el lavadero.77
Pero a ustedes, les ruego, se abstengan de juzgar78
Pues toda criatura necesita ayuda de todas las demás.79

9

Marie Farrar, nacida en abril,80
muerta en la prisión de Meissen81
madre soltera, sentenciada, quiere82
mostrarles los sufrimientos de todas las criaturas.83
Ustedes que dan a luz en limpias84
camas de maternidad y llaman85
"benditos" a sus vientres preñados quieran86
no condenar a los débiles perdidos87
pues sus pecados fueron duros y su dolor fue grande.88
Por eso, les ruego, se abstengan de juzgar89
Pues toda criatura necesita ayuda de todas las demás.90

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