El Fantasma, Salvador Díaz Mirón
Blancas y finas, y en el manto apenas 1
visibles, y con aire de azucenas, 2
las manos –que no rompen mis cadenas. 3Azules y con oro enarenados, 4
como las noches limpias de nublados, 5
los ojos - que contemplan mis pecados. 6Como albo pecho de paloma el cuello; 7
y como crin de sol barba y cabello; 8
y como plata el pie descalzo y bello. 9Dulce y triste la faz; la veste zarca... 10
Asi, del mal sobre la inmensa charca, 11
Jesús vino a mi unción, como a la barca. 12Y abrillantó a mi espíritu la cumbre 13
con fugaz cuanto rica certidumbre, 14
como con tintas de refleja lumbre. 15Y suele retornar; y me reintegra 16
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la fe que salva y la ilusión que alegra;- 17
y un relámpago enciende mi alma negra. 18