Espinelas, Salvador Díaz Mirón
Que como el perro que lame1
la mano de su señor,2
el miedo ablande el rigor3
con el llanto que derrame;4
que la ignorancia reclame5
al cielo el bien que le falta.6
Yo, con la frente muy alta,7
cual retando al rayo a herirme8
soportaré sin rendirme9
la tempestad que me asalta.10No esperes en tu piedad11
que lo inflexible se tuerza:12
yo seré esclavo por fuerza13
pero no por voluntad.14
Mi indomable vanidad15
no se aviene a ruin papel.16
¿Humillarme? ¡Ni ante aquel17
que enciende y apaga el día!18
Si yo fuera ángel, sería19
el soberbio ángel Luzbel.20El hombre de corazón21
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nunca cede a la malicia.22
¡No hay más Dios que la justicia23
ni más ley que la razón!24
¿Sujetarme a la presión25
del levita o del escriba?26
¿Doblegar la frente altiva27
ante torpes soberanos?28
¡Yo no acepto a los tiranos29
ni aquí abajo ni allá arriba!30
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