Ejemplo, Salvador Díaz Mirón
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En la rama el expuesto cadáver se pudría,1
como un horrible fruto colgante junto al tallo,2
rindiendo testimonio de inverosímil fallo3
y con ritmo de péndola oscilando en la vía.4La desnudez impúdica, la lengua que salía5
y alto mechón en forma de una cresta de gallo,6
dábanle aspecto bufo; y al pie de mi caballo7
un grupo de arrapiezos holgábase y reía.8Y el fúnebre despojo, con la cabeza gacha,9
escandaloso y tumido en el verde patíbulo10
desparramaba hedores en brisa como racha.11Mecido con solemnes compases de Turíbulo.12
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y el sol iba en ascenso por un azul sin tacha,13
y el campo era figura de una canción de Tíbulo.14
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