Al fin, una pulmonía1
mató a don Guido, y están2
las campanas todo el día3
doblando por él: ¡din-dan!4

Murió don Guido, un señor5
de mozo muy jaranero,6
muy galán y algo torero;7
de viejo, gran rezador.8

Dicen que tuvo un serrallo9
este señor de Sevilla;10
que era diestro11
en manejar el caballo12
y un maestro13
en refrescar manzanilla.14

Cuando mermó su riqueza,15
era su monomanía16
pensar que pensar debía17
en asentar la cabeza.18

Y asentóla19
de una manera española,20
que fue casarse con una21
doncella de gran fortuna;22
y repintar sus blasones,23
hablar de las tradiciones24
de su casa,25
escándalos y amoríos26
poner tasa,27
sordina a sus desvaríos.28

Gran pagano,29
se hizo hermano30
de una santa cofradía;31
el Jueves Santo salía,32
llevando un cirio en la mano33
—¡aquel trueno!—,34
vestido de nazareno.35
Hoy nos dice la campana36
que han de llevarse mañana37
al buen don Guido, muy serio,38
camino del cementerio.39

Buen don Guido, ya eres ido40
y para siempre jamás...41
Alguien dirá: ¿Qué dejaste?42
Yo pregunto: ¿Qué llevaste43
al mundo donde hoy estás?44

¿Tu amor a los alamares45
y a las sedas y a los oros,46
y a la sangre de los toros47
y al humo de los altares?48

Buen don Guido y equipaje,49
¡buen viaje!...50
El acá51
y el allá,52
caballero,53
se ve en tu rostro marchito,54
lo infinito:55
cero, cero.56

¡Oh las enjutas mejillas,57
amarillas,58
y los párpados de cera,59
y la fina calavera60
en la almohada del lecho!61
¡Oh fin de una aristocracia!62
La barba canosa y lacia63
sobre el pecho;64
metido en tosco sayal,65
las yertas manos en cruz,66
¡tan formal!67
el caballero andaluz.68

69

En formato PDF

Facebook

Twitter

WhatsApp