Me viene, hay días, una gana ubérrima…, César Vallejo

El poeta nos habla de sentimientos encontrados, como el de quien quiere querer aquello que odia, a quienes lo desprecian, a quienes no lo quieren, a todo tipo de personas. Es en esos momentos cuando siente que, de una manera sincera, quiere hacer algo por cambiarlo. Sin embargo parece que son sólo momentos pasajeros, que de la misma manera que vienen, se marchan rápidamente.

El poeta siente en lo más profundo de su ser que su deseo es enseñar, aportar algo para hacer de este un mundo mejor para todas las personas. Siente que pueda hacerlo. Es algo que nace desde su interior de forma sincera y quiere hacerlo para aportar, ayudar. Quiere dejar de lado los pensamientos negativos o violentos. Desea extraer lo mejor de las personas. Sin embargo, al final del poema, el propio poeta siente que no puede dejar de ser el mismo porque, en el fondo no es tan bueno, como él piensa.

Si pudiéramos definir la sensación que tenemos cuando acabamos de leer el poema, estaríamos hablando de un arrebato de bondad temporal. Frente a la negatividad de lo que nos rodea en muchos momentos, el poeta hace un esfuerzo por buscar lo mejor de él para no ver lo negativo en los demás. El mismo dice que quiere aportar algo para que este mundo se un poco mejor.

Sin embargo, como él también nos indica, uno es como es y es quien es y, por mucho que quiera cambiar, no puede evitar que en el fondo piense que no quiere hacerlo. Él no es así y, por mucho que quiera, al final sabe que no va a poder sentir esa positividad, esos buenos sentimientos o tampoco podrá aportar lo mejor de sí mismo para qué este mundo sea mejor. Seguramente lo hará de otros modos, pero del que siente en un primer momento no.

Sin embargo, cuando acabamos de leer el poema no tenemos una sensación de tristeza, no esperamos que el poeta cambie de opinión y entendemos sus motivaciones para pensar así. Otra cosa es que las compartamos. Lo importante es que él tiene una buena intención en un primer momento y cuando se sincera consigo mismo, lo hace de una manera que parece haber sentido algo en su interior que le ha hecho decir lo que piensa y es esta misma sensación la que evita que veamos al poeta de una manera negativa.


Nota de Susana Marín.
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Poema original: Me viene, hay días, una gana ubérrima…

Me viene, hay días, una gana ubérrima, política, 1
de querer, de besar al cariño en sus dos rostros, 2
y me viene de lejos un querer 3
demostrativo, otro querer amar, de grado o fuerza, 4
al que me odia, al que rasga su papel, al muchachito, 5
a la que llora por el que lloraba, 6
al rey del vino, al esclavo del agua, 7
al que ocultóse en su ira, 8
al que suda, al que pasa, al que sacude su persona en mi alma. 9
Y quiero, por lo tanto, acomodarle 10
al que me habla, su trenza; sus cabellos, al soldado; 11
su luz, al grande; su grandeza, al chico. 12
Quiero planchar directamente 13
un pañuelo al que no puede llorar 14
y, cuando estoy triste o me duele la dicha, 15
remendar a los niños y a los genios. 16

Quiero ayudar al bueno a ser su poquillo de malo 17
y me urge estar sentado 18
a la diestra del zurdo, y responder al mundo, 19
tratando de serle útil en 20
lo que puedo, y también quiero muchísimo 21
lavarle al cojo el pie, 22
y ayudarle a dormir al tuerto próximo. 23

¡Ah querer, éste, el mío, éste, el mundial, 24
interhumano y parroquial, provecto! 25
Me viene a pelo 26
desde el cimiento, desde la ingle pública, 27
y, viniendo de lejos, da ganas de besarle 28
la bufanda al cantor, 29
y al que sufre, besarle en su sartén, 30
al sordo, en su rumor craneano, impávido; 31
al que me da lo que olvidé en mi seno, 32
en su Dante, en su Chaplin, en sus hombros. 33

Quiero, para terminar, 34
cuando estoy al borde célebre de la violencia 35
o lleno de pecho el corazón, querría 36
ayudar a reír al que sonríe, 37
ponerle un pajarillo al malvado en plena nuca, 38
cuidar a los enfermos enfadándolos, 39
comprarle al vendedor, 40
ayudar a matar al matador —cosa terrible— 41
y quisiera yo ser bueno conmigo 42
en todo. 43

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Comentarios

  • Adonaís Jaramillo May., 2022

    He encontrado, en la línea 25 del poema, que se ha puesto la palabra «proyecto», cuando devería ir la palabra «provecto».

    • Paulo Altamirano May., 2022

      Muchas gracias Adonaís! Ya fue corregido!

  • Ubaldina Díaz Feb., 2022

    una vez has leído este poema. César Vallejo queda prendido en tu ADN, porque él incursiona en el recóndito del ser humano que se sabe incompleto e irredento.
    Porque, una vez que te asomas a os abismosinsondables de la condición humana sabes que sólo a precio de frustración, esfuerzo y perseverancia podrás salir adelante desde esa indescriptible condición de ser, ubérrima, política…

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