Deshora, César Vallejo

¿Cuándo? Publicado en , en el libro Los heraldos negros.

Pureza amada, que mis ojos nunca1
llegaron a gozar. ¡Pureza absurda!2

Yo sé que estabas en la carne un día,3
cuando yo hilaba aún mi embrión de vida.4
Pureza en falda neutra de colegio;5
y leche azul dentro del trigo tierno6
a la tarde de lluvia, cuando el alma7
ha roto su puñal en retirada,8
cuando ha cuajado en no sé qué probeta9
sin contenido una insolente piedra,10
cuando hay gente contenta; y cuando lloran11
párpados ciegos en purpúreas bordas.12

Oh, pureza que nunca ni un recado13
me dejaste, al partir el triste barro,14
ni una migaja de tu voz; ni un nervio15
de tu convite heroico de luceros.16

Alejaos de mí, buenas maldades,17
dulces bocas picantes...18

Yo la recuerdo al veros ¡oh mujeres!19
Pues de la vida, en la perenne tarde,20
nació muy poco ¡pero mucho muere!21

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