Del pasado efímero, Antonio Machado

¿Cuándo? Publicado en , en el libro Campos de Castilla.

Este hombre del casino provinciano1
que vio a Carancha recibir un día,2
tiene mustia la tez, el pelo cano,3
ojos velados por melancolía;4
bajo el bigote gris, labios de hastío,5
y una triste expresión, que no es tristeza,6
sino algo más y menos: el vacío7
del mundo en la oquedad de su cabeza.8

Aún luce de corinto terciopelo9
chaqueta y pantalón abotinado,10
y un cordobés color de caramelo,11
pulido y torneado.12
Tres veces heredó; tres ha perdido13
al monte su caudal; dos ha enviudado.14

Sólo se anima ante el azar prohibido,15
sobre el verde tapete reclinado,16
o al evocar la tarde de un torero,17
la suerte de un tahúr, o si alguien cuenta18
la hazaña de un gallardo bandolero,19
o la proeza de un matón, sangrienta.20

Bosteza de política banales21
dicterios al gobierno reaccionario,22
y augura que vendrán los liberales,23
cual torna la cigüeña al campanario.24

Un poco labrador, del cielo aguarda25
y al cielo teme; alguna vez suspira,26
pensando en su olivar, y al cielo mira27
con ojo inquieto, si la lluvia tarda.28

Lo demás, taciturno, hipocondriaco,29
prisionero en la Arcadia del presente,30
le aburre; sólo el humo del tabaco31
simula algunas sombras en su frente.32

Este hombre no es de ayer ni es de mañana,33
sino de nunca; de la cepa hispana34
no es el fruto maduro ni podrido,35
es una fruta vana36
de aquella España que pasó y no ha sido,37
esa que hoy tiene la cabeza cana.38

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