Adiós, Estanislao del Campo
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De pesar una lágrima sentida1
No brote, no, de tus hermosos ojos:2
¿Por qué llorar mi muerte si mi vida3
Era un erial de espinas y de abrojos?4No puede ser mi luz el dulce brillo5
Que derrama en efluvios tu pupila,6
Y es mi infierno el que irradia del anillo7
Que otro en tu mano colocó, Lucila.8¿Qué iba a hallar este pobre pelegrino9
A un desierto sin término lanzado?10
¿Adelfas y cicuta en su camino?11
¡Oh, no las hay en el sepulcro helado!12En el mar proceloso de la vida13
El amor es el puerto de bonanza;14
¿Y a dónde guiar mi nave combatida15
Si mi amor es amor sin esperanza?16¡Venga el rayo de plomo, que hoy por suerte17
21
Sobre mi frente, amenazante oscila;18
Y en la mansión oscura de la muerte19
La paz recobre el corazón, Lucila!20
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