Redescubrise, Martín Ezequiel Sosa

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Viajar no es huir, es reencontrarse,1
con otras calles, otras almas,2
es mirar la vida con otro arte,3
y descubrir que el miedo se desarma.4

En cada estación dejo un pedazo,5
de quien fui antes de ese andén,6
el viento lleva mi viejo abrazo,7
y me devuelve el alma también.8

No todo viaje lleva maletas,9
hay trayectos que cruzan el pecho,10
y tejen, con manos secretas,11
un nuevo mapa en tu propio lecho.12

He caminado entre idiomas y gestos,13
aprendido que el mundo es espejo,14
que lo distinto en sus manifiestos15
me enseña a ser libre sin complejo.16

Hay caminos que huelen a infancia,17
aunque jamás los haya pisado,18
lugares con su propia fragancia,19
que curan lo que ha estado quebrado.20

Dejar la tierra es un acto de fe,21
renunciar al control y entregarse,22
como quien ama sin un porqué,23
y deja al alma sola orientarse.24

Por eso insisto en partir de nuevo,25
no para huir, sino para abrazar,26
lo desconocido es mi relevo,27
y la incertidumbre, mi hogar.28

Cada regreso no es repetirse,29
es volver con más mundo en la piel,30
como un poema que al expandirse31
se transforma en un ser más fiel.32

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