Piedra de tropiezo, Juan Bañuelos
Aquí1
donde el nopal, el cacto y el maguey dialogan2
sobre esta tierra que no supieron ayer labrar los hombres.3
Aquí4
donde conversan, en nieblas cimas o sobre el campo5
yermo de la memoria,6
aquí regreso al fin7
al origen del acto de la sombra, donde la vida incendia sus8
puentes silenciosos9
sobre ríos sin barcas,10
entre dos largos gemidos,11
entre dos golpes en las sienes12
por la última resurrección.13La llanura con todas sus cigarras grita14
y en el primer árbol de humo se engendra la llama, el día,15
lento animal resplandeciente bajo el frescor de arilos del alba...16
¡Oh incesante creación! evidencia terrible de un caracol infinito,17
puño cerrado de aguas bajo un talar de tigres, sueño de lunas18
bajo un rugir de soles.19
¿Por qué este árbol protector?20
¿Por qué esta sabiduría del ignorante en medio21
de todo conocimiento?22
¡Ay! ¿El ser no es antes ayuno que festín?23Un gavilán ciego desciende y corta la soledad como un pan.24
De pronto,25
alguien rasga su corazón antes que sus vestiduras.26
Y aquí de nuevo, aquí donde el nopal, el cacto y el27
maguey dialogan,28se escucha el oleaje de la sangre:29
«Como la mar hace la nave, como el viento crea el pájaro,30
como la eternidad hace al hombre, así la vida engendra el poema.31
Brota un súbito cielo de extrañas constelaciones:32
rostros de nunca vistas algas con forma de caimanes,33
bosques de serpientes, y jabalíes y coyotes mordiendo34
la cola de un caballo recién nacido».35Ya el tiempo se serena. humea la sangre en el espíritu.36
Entre mis huesos silba el silencio como el viento, sobre las aguas37
se mecen soles en equilibrio.38
¡Oh, hambre de eternidad! ¡perra azul! madre39
de todo lo que destruye:40la sed, la espada y la tempestad.41
He aquí el águila que sabe42
lo que ignora el abismo.43Valle del Mezquital, 195744
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