La Fragilidad de la Naturaleza, Sofía Valentina Morales
Caminé un bosque una mañana,1
y el crujir de una rama caída2
me recordó que nada es gana,3
que todo se despide en la vida.4Vi un árbol con hojas cansadas,5
una flor que temblaba al viento,6
y supe que en esas miradas7
habita todo el sentimiento.8El río no exige ser oído,9
pero canta su propia verdad,10
y aunque el hombre lo haya herido,11
fluye con dignidad.12Toqué la tierra húmeda y triste,13
como un rostro con lágrimas viejas,14
y comprendí que todo lo que existe15
susurra, aunque no lo reflejas.16El colibrí es un acto sagrado,17
frágil, fugaz, pero determinado,18
como todo lo que ha luchado19
por ser pequeño y no ser borrado.20Un pétalo puede detener guerras,21
si lo miras con el alma abierta,22
la belleza no vive en las tierras,23
sino en quien su mensaje interpreta.24He visto más en una orquídea25
que en cien discursos repetidos,26
la naturaleza no es tibia,27
es puro amor sin apellidos.28Por eso, cada día protejo,29
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cada hoja, cada nido escondido,30
porque cuidarla es el reflejo31
de amarme a mí mismo sin ruido.32
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