Deja correr el tiempo, que ya vendrá el olvido,1
y así como se adornan las secas ramazones2
de mágicos renuevos, tu corazón herido3
florecerá mañana con nuevas ilusiones.4

No desesperes nunca. La sombra es precursora5
de la luz que hay en ti. Detrás de la amargura6
que empeña el cristal nítido de un alma soñadora7
irradia la sonrisa que todo lo depura.8

Practica la severa virtud de ser sincero;9
fortalece tu espíritu para que seas blando,10
y si el dolor te hiere con su puñal certero11
¡sé como las guitarras que sollozan cantando!12

No aventures tu paso más allá que la vida13
porque es abismo ignoto del cual nunca saldrás:14
en cada tumba un pájaro de vos adolorida15
como el cuervo de Poe responde "nunca más…"16

Pero, eso sí, no dejes de sonreír a todo17
a través de la niebla de tu melancolía;18
derrama tu perfume, que es la bondad, al modo19
de una flor, aunque sepas que has de durar un día…20

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